Kika solo ha conocido la vida atada en un campo, pasando hambre, sed, y sin cuidados, viendo como se enfermaba y nadie se ocupaba de ella, pero a pesar de todo ella es pura dulzura, como si se negara a ver la maldad en el ser humano, agradece cada palabra, cada caricia, mueve su rabo feliz y se acerca timida a que le toques.
Cuando recupere su peso será preciosa, porque ya lo es. Una perra estupenda para cualquier hogar, que eso es lo que necesita..
Tenga en cuenta que somos una organización basada en el voluntariado, por lo tanto, no siempre podemos responder dentro de las 24 horas.
Pero hacemos todo lo posible para responderle lo antes posible.
0 comments